Vieytes nació en San Antonio de Areco el 12 de agosto de 1762, hijo de Don Juan Vieytes y de Petrona Mora Fernández de Agüero. Su vivienda familiar se hallaba en la calle Real N ° 133 frente a la plaza céntrica, pero su familia decidió trasladarse a Buenos Aires para que Hipólito pudiera obtener una buena educación formal. Así, se graduó en filosofía y jurisprudencia en el Real Colegio de San Carlos.
En 1802, y acá algo importante para destacar, ocho años antes de que Mariano Moreno fundara la “Gazeta de Buenos Ayres” fundó el Semanario de Agricultura Industria y Comercio. Desde este periódico pudo dar a conocer las nuevas ideas políticas y económicas de la época del cual uno de los principales redactores fue Manuel Belgrano. En sus artículos se destacaban la defensa del libre comercio y la importancia de la industrialización en una región que naturalmente respondía al modelo agrícola ganadero.
Vieytes a través del Semanario se ocupa del fomento de la agricultura diciendo: “…la agricultura es la primera, más noble, y la más indispensable ocupación del hombre, que es la base de las sociedades, la que alimenta al Estado y la que hace a los hombres sencillos, fieles y honrados. A ella sola le son deudores los pueblos de su riqueza y opulencia, y sin ella yacerían para siempre sepultados en la opresión y las miseria.”
A través del Semanario Vieytes y Belgrano forman una dupla que aportaba ideas iluministas sobre planes y estrategias, publicando constantemente objetivos fundacionales para la educación como ser el de establecer escuelas técnicas, con diferentes especialidades, capacitar a la población para el desempeño con nuevas maquinarias y procedimientos. Contar con personal capacitado: traer expertos de Europa y enviar becarios para que se especialicen en diferentes áreas. Proponen, exposiciones industriales y premios como estímulo. Vieytes pretende aprovechar al máximo el ganado y no solo exportar cuero sino también la preparación de la carne para su exportación y derivados. Lo mismo con otros ramos como: el cáñamo, algodón, lino, maní, resina, goma, pesca de ballena, bacalao, imprescindible para competir con los ingleses y mano de obra ociosa sobraba.
Define a la industria como:
“…Nación alguna puede prosperar sin el fomento de la industria: su extensión es inmensa, sus objetos innumerables, sus utilidades indecibles. Cuanto producen los tres reinos de la naturaleza, tanto es susceptible de industria, y cuanto abraza la industria tanto útil a los hombres. Ella da ocupación y sustento a un sinnúmero de familias ; ella atrae la abundancia y las riquezas; ella aumenta la población y los consumos; ella destierra la pobreza y la mendicidad; ella promueve la ciencia y las artes; ella vivifica las naciones, y sin ella jamás pueblo alguno pudo salir de pobre, bárbaro e ignorante; sin ella casi nada sirve la agricultura, porque ella es la que da valor a los frutos que cultiváis, y la que da ocupación y provecho a los débiles brazos de vuestra familia numerosa.”
Con respecto a su vida personal se conocen pocos datos. Estuvo casado con Josefa Torres y con ella adoptó dos hijos: José Benjamín y Carlota Joaquina.
Sin embargo, Hipólito Vieytes se convirtió en un importante personaje histórico gracias a su producción de jabones y velas. Junto a su amigo Nicolás Rodríguez Peña instaló su comercio, según la visión de la mayoría de los historiadores, en Tacuarí y Venezuela. Su jabonería sirvió como lugar de reunión para los criollos que estaban buscando una salida frente a la crisis de legitimidad del poder Español. Así, en el Cabildo Abierto del 25 de Mayo se resolvió la formación de la Primera Junta de Gobierno Patrio. Durante ese tiempo participó en una misión en el Ejército del Norte, reemplazó a Mariano Moreno como secretario de Gobierno y Guerra, fue intendente general de Policía y diputado en la Asamblea del Año XIII.
Una anécdota que lo muestra en su faceta más humana es que cuando se decidió engrosar con una Compañía de Castas las filas del Ejército del Perú, él dio la libertad al único esclavo que poseía y le colocó bajo las banderas de la Patria, fiel a su pensamiento.
De acuerdo a los datos que se desprenden del Libro LA MASONERIA ARGENTINA de Alcibíades Lappas: “Hipólito Vieytes fue uno de los más grandes promotores de la independencia de esta parte de América. Criticó la ignorancia y el fanatismo imperantes en la época y la desidia de la gente. Fue miembro de la Logia Independencia la que realizaba sus reuniones en el domicilio de este patriota”.
Pese a haber sido un hombre tan importante en la formación de nuestra Patria, tras la caída de Alvear, fue desterrado al pueblo de San Fernando, donde murió el 5 de octubre de 1815.
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