martes, 9 de marzo de 2010

¿QUÉ ES LA MASONERÍA?

Es una institución muy antigua, iniciática, filosófica, filantrópica y progresista, cuyo máximo objetivo es estimular el perfeccionamiento moral e intelectual de hombres y pueblos; o más escuetamente - es una escuela formativa de hombres.
No es una escuela de filosofía, es un lugar donde se aprende a filosofar.

¿Porqué se dice que es filosófica?
Porque orienta al hombre hacia la investigación racional de las leyes de la naturaleza, invita al esfuerzo del pensamiento que va desde la simbólica representación geométrica hacia la abstracción metafísica, busca en la reflexión filosófica la penetración del sentimiento espiritual del movimiento de la historia, contempla en cada tiempo histórico las nuevas inspiraciones doctrinarias, y asimila de cada sistema filosófico lo que pueda significar de aporte al patrimonio de la verdad absoluta, más allá del tiempo y del espacio.

¿Porqué es filantrópica?
Porque practica el altruismo, desea el bienestar de todos los seres humanos y no está inspirada en la búsqueda de logros personales de ninguna clase. Sus esfuerzos y sus recursos están dedicados al progreso y felicidad de la especie humana, sin distinción de nacionalidad, raza, sexo ni religión, para lo cual tiende a la elevación de los espíritus y a la tranquilidad de las conciencias.

¿Porqué es progresista?
Es progresista porque enseña y practica la solidaridad humana y la absoluta libertad de conciencia. La Masonería tiene por objeto la búsqueda de la verdad, desechando el fanatismo y abordando sin perjuicios todos los nuevos aportes de la invención humana; estudia la moral universal y cultiva las ciencias y las artes, y no pone obstáculo alguno en la investigación de la verdad.

¿Es la Masonería una religión?
De ninguna manera. No está afiliada a ninguna religión determinada, ni compite con ellas. Elevándose sobre toda clase de discusiones, ofrece a los amantes de la verdad el terreno mas apropiado para el cultivo de la inteligencia mutua y la unión fraternal. No reconoce en la investigación científica ninguna autoridad superior a la razón humana, y rechaza - por tanto - las verdades reveladas que aceptan las religiones    positivas. Admite en su seno a personas de todos los credos religiosos, sin distinción, siempre que sean hombres libres y tolerantes, y respeten todas las opiniones sinceramente profesadas, es decir, exentas de fanatismo, egoísmos y supersticiones.

¿Es la Masonería atea?
Tampoco. La Masonería reconoce la figura del GRAN ARQUITECTO DEL UNIVERSO como SÍMBOLO de las supremas aspiraciones e inquietudes de los hombres que anhelan captar la esencia, el principio y la causa de todas las cosas. Para el esclarecimiento de la verdad no reconoce otro límite que el de la razón humana basada en la ciencia. Es decir, deja librado a cada uno la concepción religiosa o metafísica acorde a su conciencia, y reconoce que a la libertad de creer en la concepción más afín a las necesidades personales de cada uno, le corresponde también el derecho a no creer, ya que para la Masonería no hay discriminación       posible entre los hombres, ni racial, política, social o religiosamente hablando, sosteniendo que la única diferencia es la calidad espiritual con la que cada uno cultiva su propio ser.

¿Un cura puede ser Masón?
La “conditio sine qua non” para ser Masón es ser un hombre libre y de buenas costumbres. Es inherente a la condición de hombre libre el ser tolerante y no dogmático. Prelados que han cultivado estas virtudes y coincidieron con los ideales libertarios de la Masonería, han sido hermanos Masones, como el cura Hidalgo, paladín de la Independencia mexicana; el padre Calvo, fundador de la Masonería en Centroamérica; el Dr. Ramón Mendez, arzobispo de Venezuela; y en la Argentina, Julián Segundo Agüero, Aurelio Herrero, Pedro Pedriel, Santiago Figueredo, Cayetano y Gregorio Rodriguez, etc.

Al decir “no dogmático”¿Significa que la Masonería no tiene dogma?
La Masonería no tiene dogmas. Tiene principios e ideales, cultiva virtudes, pero siempre con la máxima amplitud de criterios. El dogma, como verdad revelada o principio innegable, está en las antípodas de la Masonería que no reconoce otro límite que la razón para acceder al conocimiento.

¿Cuáles son los principios de la Masonería?
Sus principios son: LIBERTAD, IGUALDAD Y FRATERNIDAD.
Libertad de la persona humana y de los grupos humanos, ya sean Instituciones, razas o naciones, y en todos sus aspectos; es decir, libertad de pensamiento y libertad de  movimiento.Igualdad de derechos y obligaciones de los individuos y grupos humanos sin distinción de raza, religión, sexo o nacionalidad.Fraternidad entre todos los hombres, y entre todos los pueblos y naciones, porque todos los hombres nacen libres e iguales en derechos y en dignidades.

¿Tiene la Masonería una Declaración de Principios?
Sí. La Declaración de Principios aprobada en su momento por una Asamblea Masónica y presentada ante el Gobierno Nacional en oportunidad de tramitar nuestra Personería Jurídica. Textualmente dice:
“La Masonería es una Institución esencialmente filosófica, filantrópica y progresista. Son sus principios la LIBERTAD, la FRATERNIDAD y la IGUALDAD, y su lema es “CIENCIA, JUSTICIA Y TRABAJO”.
Se propone la investigación de la verdad, la perfección del individuo y el progreso de la humanidad.
Considera que la moral es tanto un arte racional, como un fenómeno evolutivo propio de la vida colectiva, que obedece a las leyes naturales. Reconoce al Gran Arquitecto del  Universo como símbolo de las supremas aspiraciones e inquietudes de los hombres que anhelan captar la esencia, el principio y las causas de todas las cosas. Para el esclarecimiento de la verdad no reconoce otro límite que el de la razón humana basada en la ciencia.
Exige de sus adeptos la más amplia tolerancia y por eso respeta las opiniones políticas y las creencias religiosas de todos los hombres.
Reconoce que todas las comuniones religiosas y políticas merecen igual respeto y rechaza toda pretensión de otorgar situaciones de privilegio a ninguna de ellas en particular.
La Masonería, Institución esencialmente humana, trabaja sin tregua por el logro de sus fines, buscando la más armónica estructuración de la vida sobre las bases del amor y justicia social.
Viene actuando, por ello, desde el fondo de los tiempos, como el tenso resorte que acelera la evolución teniendo en cada etapa de la historia una finalidad determinada de acuerdo con las necesidades y aspiraciones del ambiente.
Flecha de un anhelo proyectado al porvenir, sus esfuerzos del pasado han contribuido a los progresos de que goza el presente.
Aspira por la evolución y el esfuerzo organizado de la sociedad al perfeccionamiento cada vez mayor de las Instituciones sociales, transformándolas en las que satisfagan, dentro de un régimen de libertad, justos anhelos de mejoramiento.
Procura por todos los medios lícitos a su alcance, dignificar al hombre, capacitándolo, por un desarrollo superior de la conciencia, para el mejor y más amplio uso de sus derechos y libertades.
Condena la Intolerancia, abomina el fanatismo, y declara su repudio por los regímenes de fuerza y de violencia como contrarios a la razón y denigrantes para la especie.
Reconoce en la fraternidad la condición primordial del género humano; es substantivamente pacifista y considera a la guerra como un crimen horrendo.
Estima que el trabajo es un deber esencial del hombre, y como tal le dignifica y le honra, sin establecer distingos ni categorías, pero juzga que el descanso es un derecho y se esfuerza porque la vejez, la invalidez, la infancia y la maternidad gocen de los beneficios del amparo colectivo a que son acreedores.
La Gran Logia Argentina de Libres y Aceptados Masones es Soberana e Independiente de todo otro cuerpo, pero podrá celebrar pactos y convenios con otros cuerpos Masónicos regulares del mundo y reservar para sí el derecho exclusivo de legislar sobre el simbolismo de toda su jurisdicción dentro de los usos, costumbres y ceremonias transmitidos desde la antigüedad”.

¿Se puede hablar de una moral Masónica?
La moral de la Masonería no está directamente ligada a ningún sistema filosófico, ni a credo religioso alguno. La constituye el fondo común de preceptos universales que    enseñan al hombre a ser mejor y a amar a sus semejantes. En todas las religiones y en todas las filosofías se encuentran las esencias de una sabiduría elaboradas por los más sublimes sentimientos del corazón y templados en las duras experiencias de la vida y de la historia.
La Masonería busca la solidaridad de los valores morales, intelectuales, éticos y estéticos para lograr la consistencia armónica de la conducta humana.

Esos principios morales: ¿Se encuentran unificados en un Código?
Efectivamente. La Masonería cuenta con un Código Moral, algunas de cuyas máximas señalamos:
Quiere a todos los hombres como si fueran tus propios hermanos.
Estima a los buenos, ama a los débiles, huye de los malos, pero no odies a nadie.
No adules a tu hermano, porque es una traición, si tu hermano te adula teme que te    corrompa.
Escucha siempre la voz de tu conciencia.
Evita las querellas, prevé los insultos, procura que la razón quede siempre de tu lado.
No sea ligero en airarte porque la ira reposa en el seno del necio.
El corazón de los sabios está donde se practica la virtud, y el corazón de los necios, donde se festeja la vanidad.
Si tiene un hijo, regocíjate; pero tiembla del depósito que se te confía.
Haz que hasta los diez años te admire, hasta los veinte te ame y hasta la muerte te respete.
Hasta los diez se su maestro, hasta los veinte su padre y hasta la muerte su amigo.
Pensá en darle buenos principios antes que buenas manera; que te deba rectitud esclarecida y no frívola elegancia. Hazle un hombre honesto antes que un hombre hábil.
Lee y aprovecha, ve e imita, reflexiona y trabaja; ocúpate siempre en el bien de tus hermanos y trabajarás para ti mismo.
Sé entre los profanos libre sin licencia, grande sin orgullo, humilde sin bajeza; y entre los hermanos firme sin ser tenaz, severo sin ser inflexible y sumiso sin ser servil.
Habla moderadamente con los grandes, prudentemente con los iguales, sinceramente con tus amigos, dulcemente con los pequeños y tiernamente con los pobres.
Justo y valeroso defenderás al oprimido, protegerás la inocencia, sin reparar en nada de los servicios que prestares.
Exacto apreciador de los hombres y de las cosas, no atenderás más que al mérito personal, sean cuales fueren el rango, el estado y la fortuna.

¿Existe una cultura Masónica?
Si por cultura entendemos un cúmulo de conocimientos cosechados a través del cultivo y ejercitación de las facultades intelectuales, es obvio que le trabajo intelectual que se realiza en las Logias, a través del tiempo, va haciendo que sus integrantes sean compenetrados de determinados valores humanos que, si bien en parte ya pertenecían al bagaje cultural de cada individuo al ingresar a la Institución, se ah visto reforzados, pulidos y ampliados con el aporte mutuo del trabajo en la Logia, lo que se manifiesta en la inconfundible conducta del Masón, tanto privada como pública; y en este sentido, cabe hablar de cultura masónica.

¿Y esa cultura, está al alcance de todos?
La cultura masónica está al alcance de cualquier persona de bien, y con inquietudes que lo capaciten a integrarse a un movimiento cultural, en el que se busca el perfeccionamiento del individuo por medio del debate de temas filosóficos, políticos, humanistas, etc.; en este sentido, la masonería no está limitada a supergenios o superdotados; los masones son los hombres de la calle, trabajadores de las mas variadas actividades, a los que nos caracteriza nuestro afán de mejoramiento moral, espiritual e intelectual, tanto individual como colectivo.

¿Cuál es la virtud de los Masones?
Los Masones entendemos que la virtud es la capacidad de hacer bien en su más amplio sentido, y el cumplimiento de nuestros deberes para con la familia y la sociedad sin egoísmo ni vanidad. La Masonería enseña a practicar la virtud como calidad suprema de la moral y como lealtad de la conducta para con el ideal, que debe conducir hasta el sacrificio cuando sea necesario para el cumplimiento del deber.
Considera la virtud como  una realización siempre perfectible, porque sabe que el hombre no es invulnerable a las tentaciones y debilidades, pero el permanente esfuerzo del espíritu se convierte en eficaz valuarte de la virtud.

¿Porqué el secreto de la Masonería?
Nuestros Reglamentos prohiben al Masón difundir los nombres de sus Hermanos (así nos llamamos entre nosotros), y él solo puede hacer público su condición cuando circunstancias de trascendencia para el bien común así lo impongan. Los secretos que existen son los medios de que se valen los masones para reconocerse en cualquier parte del mundo, y también la clave para interpretar sus símbolos y las enseñanzas de orden moral que ellos encierran.
Más debe quedar en claro que la Masonería no es una sociedad secreta en cuanto a Institución legalmente constituida; las autoridades argentinas le tienen concedida la personería jurídica desde 1879, y sus fines son igualmente conocidos por cuanto están enumerados en los Estatutos aprobados por el Gobierno de la Nación y ampliamente difundidos en diccionarios, enciclopedias y publicaciones históricas.
Pero en épocas de cruenta persecución que en algunos lugares se había lanzado contra la Masonería, es lógico que se hayan constituido grupos de masones discretamente reservados, lo mismo que hicieron los cristianos perseguidos por el Imperio Romano. Sin embargo - como es fácil deducir - no es esta la verdadera motivación del llamado secreto masónico. Este se refiere al estudio e interpretación de los ritos y símbolos de la Orden, de los cuales surge la utilidad de los trabajos realizados en las Logias.
Es bueno reconocer dos categorías muy distintas de sociedades secretas:
Las organizaciones secretas (clandestinas) políticas, cuya acción y ejercicio son de duración limitada y cuyos fines son secretos.
Las sociedades iniciáticas que de ningún modo intentan ocultarse, pero cuyo secreto consiste en reservar el conocimiento de los ritos y ceremonias a los iniciados porque se trata de  un método racional de perfeccionamiento espiritual. La Masonería es - por excelencia - una sociedad iniciática.
Por lo demás, cabe hacer notar que en las guías telefónicas constan los teléfonos y  direcciones de las Logias Argentinas.

¿Cuánto hace que existe la Masonería?
Algunos historiadores remontan los comienzos de la Masonería al inicio de los tiempos. Otros, recordando que “masón” significa “constructor” o “albañil”, remontan ese origen a los gremios de artesanos de la Edad Media, ya que su proceso histórico concuerda con el de la arquitectura y principalmente, de la arquitectura gótica. Más, de cualquier manera, la Masonería moderna nace en 1717 en Londres, cuando cuatro Logias resolvieron fusionarse en una Institución bajo la denominación de la Gran Logia de Londres y Westminster, dando así nacimiento a la masonería especulativa o filosófica, en contraposición a la anterior, operativa.

¿Cómo y para que se inicia la Masonería?
Se inicia como un gremio de albañiles, divididos por sus conocimientos en tres grados como aún conservamos: aprendices, compañeros y maestros, y tomamos de aquella época de los constructores, las herramientas de la albañilería como emblemas del trabajo masónico que era con el cual los obreros de entonces perfeccionaban sus conocimientos.
Cuando esos gremios empezaron a evolucionar, a construir grandes edificios y soberbias catedrales, fueron tomando conciencia del poder que significaba el conocimiento y así surge por transformación el concepto de libertad, porque ellos lograron, pese a que en aquella época la voz del señor feudal o del príncipe era santa, era la ley que había que obedecer ciegamente mientras eran vasallos absolutos de esas potestades terrenales, lograron poder discutir términos con esos patrones, y es ahí donde nace el concepto de libertad.
Este concepto evoluciona a partir de entonces, y en 1723, año en que el presbítero Anderson redacta la Constitución Masónica, la idea de Libertad se convierte en piedra angular de la Institución, y esta se abre para recoger en su seno a todos los hombres libres que quieran sumarse a la tarea de la redención humana que fomenta y propaga, independientemente de la actividad laboral o condición socio - económica de los aspirantes, como la única condición de ser librepensadores y adherirse a los principios de 
LIBERTAD, IGUALDAD Y FRATERNIDAD.

¿Cuándo comienza la actividad masónica en la Argentina?
Oficialmente, la Masonería Argentina nace el 11 de Diciembre de 1857, cuando siete Logias Masónicas decidieron agruparse en una Entidad de tercer grado llamada Gran Logia de la Argentina. Más, hay constancias de que a fines del Siglo XVIII, concretamente en 1795, existía en Buenos Aires la Logia “Independencia”, que al producirse la Revolución de Mayo de 1810 era presidida por el Dr. Julián Alvarez. Durante las invasiones inglesas se constituyeron las Logias “Hijos de Hiram” y “Estrella del Sur”.
La Logia “Independencia” tiene su importancia fundamental, ya que de entre sus miembros fueron seleccionados aquellos que secundarían a Alvear y San Martín para fundar la Logia “Lautaro”, fundando posteriormente Logias hermanas en Santa Fé, Córdoba, Mendoza, Santiago de Chile y Lima.
Posteriormente varias fueron las Logias fundadas, entre ellas la “Argentina” en la provincia de Tucumán por el General Belgrano, hasta llegar a 1857 que - como queda dicho - siete Logias conforman la Gran Logia.

¿Cómo  actúa la Masonería en política?
La Masonería no es una asociación política, ni puede confundir su actividad con la de ningún partido político; pero el masón no debe estar al margen de los grandes problemas políticos de los pueblos y del mundo entero. En el seño de la Masonería conviven hombres de diversos partidos democráticos y de diversas concepciones sociológicas mientras sean respetuosos y tolerantes.
Generalmente, por ignorancia o mala fé, se asocia a la Masonería en acciones políticas determinadas. En realidad, es la tarea del hombre masón imbuido de nuestros principios o ideales, quién actuó protagónicamente para promover los grandes movimientos transformadores de la humanidad.
Tanto la Revolución Francesa, como la lucha por la emancipación de los pueblos coloniales de nuestra América, hasta la estructura jurídico - política de la República que adoptaron todas las Constituciones, llevan el innegable sello de las ideas y       acciones masónicas.
El masón conserva fuera de la Logia toda su libertad de ciudadano y puede dedicar el ardor de su entusiasmo al servicio de sus ideales.
Los masones, como tales, no irrumpimos a la vida pública como Institución, sino  cuando se hace necesaria nuestra acción conjunta para atemperar los espíritus y fijar la senda del progreso dentro de la fraternidad y convivencia humanas.
Fue la Masonería Argentina la que consiguió el apaciguamiento definitivo de las luchas internas, después de Caseros, y hasta la Organización Nacional y la  federalización de Buenos Aires.

¿Quiénes son los masones que hoy ocupan cargos públicos?
Es tradición y conducta de los masones no revelar el nombre de sus hermanos, y menos aún cuando se trata de masones que ocupan cargos de trascendencia. Lo que si hace la masonería, es admitir la condición masónica de aquellos que ya fallecieron, y esto solo después de años.

 Y, en el pasado ¿quiénes fueron masones?
Tras comenzar con su Gran Iniciado, el General José de San Martín, podemos citar:
Primera Junta de Gobierno: Cornelio Saavedra, Mariano Moreno, Juan José Paso, Manuel Belgrano, Juan J. Castelli, Manuel Alberti, Juan Larrea y  Domingo Matheu.
Primer Triunvirato: Juan José Paso y los tres secretarios: Bernardino Rivadavia, Vicente López y José Julián Perez.
Segundo Triunvirato: Juan José Paso, Nicolás Rodriguez Peña y Antonio Alvarez, y los secretarios: Tomás Guido y Domingo Trillo.
Asamblea del año XIII: Carlos María de Alvear (Presidente), Juan Larrea, Gervasio Antonio de Posadas, Vicente Lopez, Juan Hipólito Vieytes, José Valentín Gomez, Francisco Argerich, Juan Ramón Balcarce, Bernardo de Monteagudo, José de Moldes, Pedro José Agrelo, Agustín José Donado y Juan José Serrano.
Congreso de Tucumán: Secretario y redactor del Acta de la Independencia Juan José Serrano, Juan José Paso, Narciso Laprida y Juan Martín de Pueyrredon.
Constituyentes del 53: Santiago Derqui, Juan María Gutierrez, Salvador María del Carril, José Benjamín Gorostiaga, Juan del Capillo, Ruperto Godoy, Delfín Hergo, Juan Francisco Seguí y Juan Bautista Alberdi.
Constituyentes del 60: Mariano Fragueiro (Presidente), Domingo Faustino Sarmiento, José Benjamín Gorostiaga, Nicasio Oroño, José María Gutierrez, Irineo Portela, Salvador María del Carril, José Francisco Seguí, José Marmol, Benjamín Victorica, Wenceslao Paunero, Nicanor Albarellos y Lucio V.       Mansilla.
Presidentes de la República: Bernardino Rivadavia, Vicente Lopez y Planes, Justo José Urquiza, Santiago Derqui, Bartolomé Mitre, Domingo Faustino Sarmiento, Miguel Juarez Celman, Carlos Pellegrini, Manuel Quintana, José Figueroa Alcorta, Roque Saenz Peña, Victorino de la Plaza, Hipólito Irigoyen, Agustin Justo.
Gobernadores de la Provincia de Santa Fé: Juan Pablo Lopez, Rosendo María Fraga, Pascual Rosas, Nicasio Oroño, José B. Iturraspe.
Parlamentarios Nacionales: Leandro Alem, Aristobulo del Valle, Joaquín Castellanos, Emilio Gouchon, Belisario Roldan, Luis María Drago, Valentín Alsina, Juan Ballestra, Alfredo L. Palacios, Lisandro de la Torre.
Jueces de la Suprema Corte de Justicia de la Nación: Salvador María del Carril, José Barros Pazos, José Benjamín Gorostiaga, José Figueroa Alcorta, Benjamín Victorica, Antonio Bermejo, Roberto Repetto, Antonio Sagarna, etc.
Integrantes de las Fuerzas Armadas: Juan Gelly y Obes, Wenceslao Paunero, Emilio Mitre, Donato Alvarez, Emilio Conesa, Rudecindo Roca, Nicolás Lavalle, Rosendo María Fraga, José María Francia, Zacarías Zupisiche, Guillermo Brown, Francisco Ryenolds, Joaquín Viejobueno, Luis Piedrabuena, Luis Pi, Erasmo Oligado, Clodomiro Urtubey, José Murature, etc.
También fueron masones poetas como Hilario Ascasubi, Estanislao del Campo y José Hernandez.
Dentro de la cultura y el pensamiento argentino recordamos a: Esteban Echeverría, Eduardo Wilde, Olegario Victor Andrade, Onésimo Leguizamón, José Agustín Alvarez, Leopoldo Lugones, Alejandro Korn, José Ingenieros, Miguel Cané, Enrique García Velloso, Eusebio Gomez, etc.
En las Ciencias y la Educación encontramos masones como: Florentino Ameghno, Nicanor Albarellos, Manuel Montes de Oca, José María Moreno, Lucio V. Lopez, Amancio y Diego Alcorta, José María Gutierrez, Ricardo Gutierrez, Guillermo Rawson, Eduardo Holmberg, Cosme Argerich, Ignacio Pirovano, Pablo Pizzurno, etc.
Como autores y actores del teatro rioplatense: Florencio Sanchez, Emilio Onrubia, Roberto Cassaux, Enrique García Velloso, Enrique Muiño, etc.
Cultores de las artes plásticas y pictóricas: Prisciliano Peuyrredón, Ignacio Manzoni, Carlos F. Pellegrini, Martín Boneo, Rogelio Yrurtia, Ernesto de la Córcova, etc.
Autores y compositores musicales: Cayetano Silva, Francisco Canaro.

¿De quién dependen los masones?
Institucionalmente, ya que no se concibe el masón sin Logia, todo miembro debe pertenecer a una Logia, y es totalmente independiente en la esfera de su competencia, solo limitada por las facultades que las Logias cedieron voluntariamente a la Gran Logia a través de sus Estatutos, Constitución y Reglamentos Generales, a los efectos de una más efectiva organización nacional.

La Gran Logia ¿depende de algún poder internacional?
De ninguna manera. El Artículo 5º de nuestro Estatuto dice textualmente: “La Gran Logia de la Argentina es una Entidad autónoma que no reconoce dependencia de ningún poder y organización extranjera o internacional, y, en tal carácter, asume la exclusiva representación de los masones que la integran en los congresos, conferencias o reuniones masónicas internacionales a que concurra”.
Así es en efecto, y el hecho de mantener fraternales y armónicas relaciones con sus similares de todo el mundo, y de ser miembro constituyente de la Conferencia Masónica Interamericana, no implica en modo alguno sometimiento ni obediencia que comprometa su absoluta autonomía, independencia y soberanía institucional.
Finalmente, cabe acotar que las autoridades de la Gran Logia son elegidas, y solo rinden cuentas de su quehacer ante el pueblo masónico reunido anualmente en Asamblea.

¿Por qué en la Masonería no hay mujeres?
La Masonería está esparcida por todo el mundo, y en cada lugar adopta las costumbres y las tendencias del medio que sean compatibles con sus principios. Así, está generalizada en todas partes la Masonería masculina, lo que no impide que en el futuro en la Argentina, o en otros países se practique la Masonería mixta o femenina.
La razón que explica la existencia mayoritaria de la Masonería masculina está en el hecho histórico irrefutable que, como se dijo en otro pasaje, la Masonería actual deviene de los gremios de constructores de la Edad Media que - obviamente - estaban integrados exclusivamente por hombres.

¿Cuesta mucho pertenecer a la Masonería?
No. Podríamos decir que está al alcance de cualquier hombre capaz de ganarse su sustento. Tiene una cuota mensual muy accesible.

¿Qué se debe hacer para ingresar a la Masonería?
Si se conoce a algún masón, expresar ante él su interés en ser aceptado en la Orden, o bien dirigirse personalmente o por escrito a la Logia Masónica mas cercana a su domicilio.

¿Cómo trabajan los Masones en las Logias?
Cada Logia desarrolla un Plan de Trabajo que es privativo de ella. Las reuniones son semanales o quincenales, y en ellas se abordan - con la única limitante de no hacer proselitismo - temas de interés general, filosóficos, científicos, técnicos, problemática diversa sobre la realidad y el hombre de hoy, etc.

¿Hacen beneficencia los Masones?
Individualmente, cada masón aporta sus ideas, ingenio, tiempo y si lo desea algún       dinero a Instituciones sin fines de lucro cuyo objeto sea el bien común, como bibliotecas, cooperadoras, hospitales, asilos, etc.
Ciertas Logias, en su perfil de trabajo comunitario, suelen ayudar directamente a algunas de estas Instituciones a través de aportes concretos en especie, o bien junto con acciones de tiempo invertido de sus miembros.
Recordemos que la Gran Logia Argentina tiene un Hogar de Niños en la provincia de Buenos Aires que se llama HOGAR BERNARDINO RIVADAVIA, y en el que se aceptan niños huérfanos enviados por la Dirección de Minoridad y Familia del Ministerio de Bienestar Social, que son criados y educados por maestros especializados, recibiendo cariño, vestimenta y alimentos que necesitan, concurriendo a la escuela pública de la zona.


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